El gran impacto que supuso la
entrada en nuestras vidas de ordenadores, teléfonos móviles, Internet, redes
sociales, programas informáticos… ha
provocado una gran transformación en muchos ámbitos de nuestra sociedad. Un
caso especial lo encontramos en educación, ya que los maestros y profesores se
tienen que adaptar a los nuevos tiempos y tienen que conocer todas estas nuevas
herramientas para llevar a cabo su función docente sin quedarse obsoletos.
Hay que reconocer que el uso de
las nuevas tecnologías ha supuesto un gran avance y adelanto para las personas,
por ejemplo nos ha posibilitado el almacenamiento de una mayor cantidad de
datos y documentos que antaño era impensable, también nos permite comunicarnos
con otras personas , enviarles todo tipo de información en un tiempo record,
realizar la compra por Internet sin tener que salir de casa, pedir cita en el
médico… y muchas más actividades y tareas cotidianas que contribuyen a una
mejora de la calidad de vida de todas aquellas personas que tengan la
disponibilidad y el uso de las nuevas tecnologías.
Aunque como ya hemos dicho, el
uso de las Tics tiene un gran número de ventajas, pero también tiene un lado
negativo que tenemos que tener presente.
Con el uso de las nuevas tecnologías
se van perdiendo las relaciones sociales entre las personas, puesto que la
utilización de muchos programas como pueden ser las redes sociales crean
adicción y contribuyen a que las personas salgan menos de casa y se puedan
relacionar con los demás.
Uno de los problemas más
importante que tenemos que tener en cuenta como maestros es el del libre acceso
a la información en la red, ya que debemos enseñar a los niños a seleccionar la
información útil o verdadera de otro tipo de información que no sirve o que
puede ser errónea. Es evidente que debemos proteger a los niños de páginas cuyo
contenido no se adapte a las edades de éstos (pornografía, violencia,
racismo…).
Las Tics generan una nueva forma
de desigualdad y diferencia social. El elevado coste de equipos y programas
informáticos conlleva que las clases sociales más desfavorecidas no puedan
acceder al uso de las nuevas tecnologías, y éstas se conviertan en un artículo
de lujo para las clases con mayor poder adquisitivo, se produce una exclusión
social. Es lo que denominamos brecha digital.
"La brecha digital se define como la separación que existe entre las personas (comunidades, estados, países…) que utilizan las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) como una parte rutinaria de su vida diaria y aquellas que no tienen acceso a las mismas y que aunque las tengan no saben como utilizarlas".
Arturo Serrano, Evelio Martínez;
"La Brecha Digital :
Mitos y Realidades", México, 2003, Editorial UABC, 175 páginas, ISBN
970-9051-89-X www.labrechadigital.org
Este
problema de desigualdad y exclusión social nos lleva a la necesidad de una alfabetización
digital. Las sociedades modernas deben de reducir cualquier tipo de diferencia
que pueda haber entre sus componentes, y para reducir la brecha digital es
necesario esta alfabetización, no solo para reducir la distancia que hay entre
unas clases y otras sino también entre jóvenes y mayores de una misma clase.
Esta
alfabetización consistiría en proporcionar los conocimientos básicos para que
las personas menos preparadas puedan desenvolverse con soltura en el mundo de
las Tics.
Desde nuestro punto de vista los niños muestran un gran manejo de todas las
herramientas relacionadas con la tecnología, son los mayores los que tienen un
gran déficits de conocimientos respecto a todos estos temas y sería a los que
tendría que estar orientada en mayor medida la alfabetización.